Inicio/Tecnologías/Huella de carbono y tecnologías climáticas: el camino hacia net zero en 2025 y 2035
Tecnologías

Huella de carbono y tecnologías climáticas: el camino hacia net zero en 2025 y 2035

La huella de carbono y las tecnologías climáticas son ahora el eje de la transformación empresarial hacia la neutralidad y los objetivos net zero. Analizamos cómo las empresas innovan para reducir emisiones, el papel de los mercados de carbono y las tendencias que definirán la sostenibilidad y la competitividad hasta 2035.

26 oct 2025
14 min
Huella de carbono y tecnologías climáticas: el camino hacia net zero en 2025 y 2035

La huella de carbono y las tecnologías climáticas en 2025 se han convertido en temas centrales para empresas que buscan alcanzar la neutralidad de carbono y los objetivos "net zero". El cambio climático ha dejado de ser solo un reto ambiental para convertirse en el eje de la economía global del siglo XXI. Empresas, gobiernos e inversores buscan minimizar el impacto de la actividad humana, medido a través de la huella de carbono: la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la producción, transporte, consumo energético y cadenas de suministro.

Del debate a la acción: el avance hacia la neutralidad de carbono en 2025

En 2025, la atención se traslada de las palabras a los hechos. Crece el número de corporaciones que asumen compromisos de neutralidad de carbono (carbon neutrality) o incluso emisiones netas cero (net zero), donde las emisiones se equilibran mediante la compensación o captura de gases. Este cambio requiere no solo nuevas estrategias corporativas, sino la adopción de tecnologías climáticas innovadoras: desde sistemas de captura de CO₂ hasta algoritmos de inteligencia artificial para optimizar el consumo energético.

Iniciativas globales como el European Green Deal, el Acuerdo de París y la Science Based Targets Initiative impulsan a las empresas a repensar sus modelos de crecimiento e invertir en innovación verde, transformando la sostenibilidad en una ventaja competitiva.

Gigantes tecnológicos, empresas energéticas y manufactureras reconocen que la transición a una economía sostenible ya no es solo una cuestión de responsabilidad social, sino una herramienta de supervivencia y rentabilidad futura.

En este artículo analizamos qué es la huella de carbono, qué tecnologías ayudan a reducirla, cómo las compañías alcanzan los objetivos net zero y por qué la lucha contra el cambio climático se ha convertido en el motor principal de la transformación empresarial de la próxima década.

¿Qué es la huella de carbono y por qué es relevante?

La huella de carbono (carbon footprint) es la cantidad total de gases de efecto invernadero emitidos a la atmósfera como resultado de la actividad humana u organizacional. Se expresa en toneladas equivalentes de CO₂ (CO₂e) e incluye no solo dióxido de carbono, sino también metano (CH₄), óxidos de nitrógeno (N₂O) y gases fluorados, que tienen un impacto climático mucho mayor.

Para las empresas, este indicador se ha convertido en una métrica básica de sostenibilidad, tan importante como el beneficio o la capitalización.

1. Componentes de la huella de carbono

Según el Greenhouse Gas Protocol, las emisiones se dividen en tres categorías:

  • Alcance 1 (Scope 1): Emisiones directas de fuentes propias, como la quema de combustibles en plantas o flotas de vehículos.
  • Alcance 2 (Scope 2): Emisiones indirectas por el consumo de electricidad, calor o vapor generados por terceros.
  • Alcance 3 (Scope 3): Todas las demás emisiones en la cadena de valor, desde la extracción de materias primas y el transporte hasta el uso y eliminación de productos.

En grandes empresas, el alcance 3 puede representar hasta el 70-90% de la huella total, siendo el más complejo de medir y controlar.

2. La huella de carbono como indicador estratégico

La gestión de la huella de carbono es esencial tanto para el medio ambiente como para el negocio:

  • Presión regulatoria: Más países implementan impuestos al carbono, cuotas y normativas ESG.
  • Expectativas de inversores y consumidores: Fondos y clientes prefieren empresas con estrategias climáticas transparentes.
  • Riesgos en la cadena de suministro: Las altas emisiones de los proveedores afectan a las métricas de los clientes corporativos.
  • Ahorro de recursos: Reducir emisiones suele ir de la mano con la optimización de procesos y reducción de costes.

3. Cómo se mide la huella de carbono

Las empresas emplean:

  • Normas internacionales como ISO 14064 y GHG Protocol;
  • Software especializado (Plan A, Sphera, Watershed);
  • Plataformas automatizadas integradas con sistemas ERP y sensores IoT para recopilar datos de consumo energético y de combustible.

Los resultados sirven de base para los planes de descarbonización, estableciendo metas y plazos hacia la neutralidad de carbono.

Neutralidad de carbono y la estrategia "net zero"

En la reducción del impacto climático, dos conceptos son clave: neutralidad de carbono (carbon neutrality) y "net zero". Aunque parecidos, se diferencian en que el primero implica compensación de emisiones, mientras que el segundo persigue su eliminación total en toda la cadena de valor.

1. ¿Qué es la neutralidad de carbono?

Ser carbon neutral significa que una empresa compensa todas sus emisiones de CO₂ mediante inversiones en proyectos ecológicos o tecnologías de captura de carbono. Por ejemplo:

  • Plantación de árboles;
  • Restauración de ecosistemas forestales y humedales;
  • Compra de créditos de carbono;
  • Financiación de proyectos de energías renovables.

Así, el balance neto de emisiones y absorciones de CO₂ es cero, aunque las emisiones reales pueden no disminuir.

2. ¿Qué significa "net zero"?

La estrategia net zero va más allá de la compensación: exige cambios fundamentales en los procesos para eliminar las fuentes de emisiones. Una empresa que sigue este modelo debe:

  • Minimizar emisiones en todos los alcances (1, 2 y 3);
  • Utilizar energía limpia y tecnologías de economía circular;
  • Implementar sistemas de captura y almacenamiento de carbono (CCS);
  • Fomentar la reutilización y el reciclaje de materiales.

El objetivo es lograr un impacto neto cero a lo largo de toda la cadena de producción y consumo.

3. Cómo las empresas avanzan hacia net zero

  1. Auditoría de emisiones (alcances 1-3);
  2. Definición de metas (ej. reducir el 50% de emisiones para 2030);
  3. Inversión en tecnologías limpias: renovables, electrificación, eficiencia energética;
  4. Programas de compensación: compra de créditos de carbono y participación en iniciativas ecológicas;
  5. Monitoreo y reporte continuo bajo estándares ESG y SBTi.

4. Ejemplos de objetivos corporativos

  • Microsoft: ser carbon negative para 2030, eliminando más carbono del que emite.
  • Apple: lograr cadenas de suministro totalmente neutras en carbono para 2030.
  • IKEA, Google, Amazon: han integrado net zero en su estrategia y reportan sus emisiones anualmente.

Tecnologías climáticas e innovación para reducir emisiones

Para alcanzar la neutralidad de carbono y los objetivos net zero, las empresas necesitan herramientas concretas. Estas soluciones, conocidas como climate tech, engloban innovaciones que reducen emisiones, mejoran la eficiencia energética y permiten monitorear la huella de carbono.

Según PwC, las inversiones en climate tech ya superan los 70.000 millones de dólares, y se espera que se dupliquen para 2030.

1. Energía renovable y "limpia"

La transición a energía solar, eólica, geotérmica e hidroeléctrica es clave para la descarbonización:

  • Plantas solares de nueva generación con sistemas de seguimiento aumentan la eficiencia hasta un 30%;
  • Turbinas eólicas flotantes permiten instalaciones en alta mar con vientos más estables;
  • Empresas como Google y Apple ya operan al 100% con energía renovable mediante contratos PPA.

El desarrollo de sistemas de almacenamiento (baterías, hidrógeno, acumuladores térmicos) hace la energía verde más estable y gestionable.

2. Tecnologías de captura y almacenamiento de carbono (CCS y DAC)

Cuando no es posible eliminar totalmente las emisiones, entran en juego las tecnologías de captura de carbono:

  • CCS (Carbon Capture and Storage): captura de CO₂ en instalaciones industriales y almacenamiento subterráneo;
  • DAC (Direct Air Capture): extracción de CO₂ directamente del aire mediante filtros y sorbentes químicos.

Ejemplos destacados:

  • Climeworks (Suiza): mayor planta de captura directa de CO₂ del aire;
  • Occidental Petroleum (EE. UU.): utiliza el carbono capturado para fabricar combustibles sintéticos.

3. Digitalización y software climático

La inteligencia artificial y el análisis de datos permiten gestionar emisiones en tiempo real:

  • Plataformas como Plan A, Emitwise y Persefoni automatizan informes de carbono;
  • Modelos de IA optimizan rutas de transporte y predicen el consumo energético;
  • IoT monitorea el uso de recursos en fábricas, oficinas y agricultura.

La digitalización conecta así los objetivos climáticos con la acción empresarial.

4. Materiales ecológicos y cadenas de suministro sostenibles

  • Biocemento y acero verde reducen la huella en construcción;
  • Polímeros reciclados y compuestos que absorben carbono se emplean en embalajes y automóviles;
  • La economía circular convierte residuos industriales en recursos para otros sectores.

Por ejemplo, IKEA planea operar bajo un modelo de producción circular sin pérdidas ni emisiones para 2030.

5. Startups e innovación corporativa

El sector climate tech también está impulsado por startups:

  • Twelve: convierte CO₂ en plásticos y combustible de aviación;
  • Heirloom: acelera la mineralización natural del carbono;
  • Running Tide: desarrolla tecnologías para absorber CO₂ mediante plancton oceánico.

Inversores como Breakthrough Energy Ventures apuestan por estas soluciones como el futuro de la economía limpia.

Empresas camino a "net zero": casos reales y aprendizajes

Los objetivos net zero han pasado de ser una cuestión de imagen a convertirse en parte de la estrategia empresarial a largo plazo. Reducir emisiones incrementa la resiliencia, disminuye riesgos y mejora la reputación ante inversores y clientes. Estos son algunos ejemplos destacados de cómo las grandes empresas están pasando de las promesas a la acción concreta.

1. Microsoft - Empresa carbono-negativa

  • Transición de todos sus centros de datos a energía 100% renovable;
  • Inversión de 1.000 millones de dólares en startups de CCS y DAC;
  • Desarrollo de Microsoft Cloud for Sustainability para monitoreo en tiempo real;
  • Programas de restauración de bosques y ecosistemas acuáticos.

Microsoft se compromete a eliminar de la atmósfera todo el carbono emitido desde su fundación para 2050.

2. Apple - Productos neutros en carbono

  • Producción de todos los dispositivos neutra en carbono para 2030;
  • Fábricas de proveedores alimentadas por energía solar y eólica;
  • Uso de aluminio y metales de tierras raras reciclados al 100%;
  • Logística optimizada con transporte marítimo y ferroviario para reducir emisiones aéreas.

Apple impulsa un mercado interno de créditos de carbono, financiando proyectos climáticos en África y Asia.

3. IKEA - Modelo de producción circular

  • 100% de la madera y algodón certificados FSC y GOTS;
  • Todas las tiendas y almacenes funcionan con energía eólica y solar;
  • Programa de "segunda vida" para muebles, permitiendo su devolución y reciclaje;
  • Introducción de materiales carbono-negativos, como biocemento y paneles de algas.

4. Amazon - Programa climático "The Climate Pledge"

  • Meta de neutralidad de carbono para 2040;
  • Programa The Climate Pledge, con más de 400 empresas adheridas;
  • Pedido de 100.000 furgonetas eléctricas y apuesta por combustible de aviación sostenible (SAF);
  • Desarrollo de herramientas de IA en AWS para análisis de emisiones.

5. Tesla - Electromovilidad y energía limpia

  • Producción integrada de coches eléctricos, baterías y paneles solares;
  • Gigafactorías alimentadas por energías renovables;
  • Sistemas domésticos de almacenamiento energético (Powerwall) para independencia energética del usuario.

Tesla lleva el concepto net zero directamente al consumidor, haciendo de la sostenibilidad una elección cotidiana.

6. Otros ejemplos

  • Unilever: net zero en toda la cadena de valor para 2039;
  • BP y Shell: reducen el peso del petróleo y apuestan por renovables;
  • Nestlé: neutralidad de carbono en todas sus marcas para 2050, con foco en una agricultura de bajas emisiones.

Cada caso demuestra que el camino a net zero requiere tecnología, transparencia y visión estratégica: no es solo una política ambiental, sino un nuevo modelo de negocio.

Mercados de carbono y economía de la compensación

Incluso con el avance de las renovables y tecnologías limpias, eliminar todas las emisiones es imposible. Por ello, los mercados de carbono se han vuelto esenciales en la estrategia net zero, permitiendo a las empresas compensar emisiones inevitables mediante la compra y venta de créditos de carbono.

1. ¿Qué es un crédito de carbono?

Un crédito de carbono es un instrumento financiero que certifica la reducción o prevención de una tonelada de CO₂e. Las empresas que no pueden reducir sus emisiones a cero pueden adquirir créditos de organizaciones que han implementado proyectos como:

  • Construcción de plantas solares o eólicas;
  • Restauración de bosques y humedales;
  • Tecnologías de captura de CO₂ (CCS, DAC);
  • Reciclaje de residuos y bioenergía.

Así, se crea un sistema de incentivos: quienes reducen más de lo requerido obtienen beneficios, y quienes no lo logran pagan por la compensación.

2. Mercados voluntarios y regulados

  • Regulados (compliance markets): Basados en cuotas legales. Ejemplo: EU ETS, el mayor sistema global de comercio de emisiones.
  • Voluntarios (voluntary carbon markets): Empresas participan por iniciativa propia para cumplir objetivos ESG. Verificados por organismos como Verra, Gold Standard y Climate Action Reserve.

Se estima que para 2030 los mercados voluntarios superarán los 250 mil millones de dólares, consolidándose como herramientas clave de la política climática global.

3. Funcionamiento de los mercados de carbono

  • Auditoría de emisiones y cálculo del CO₂ residual;
  • Determinación de créditos necesarios para compensar;
  • Compra directa de proyectos ambientales o a través de bolsas especializadas (AirCarbon Exchange, Nasdaq VCM);
  • Registro de transacciones en blockchain para transparencia y trazabilidad.

Empresas como Shell y BP han creado sus propias plataformas para el comercio de carbono, transformando la gestión climática en una nueva línea de negocio.

4. Retos y críticas

Pese a su eficacia, existen riesgos:

  • Calidad desigual de los créditos;
  • Doble contabilización de reducciones (double counting);
  • Dependencia excesiva de la compensación externa.

Por ello, organismos como ONU, ISO e ICVCM impulsan estándares de "high integrity credits" para garantizar reducciones reales y duraderas.

5. El futuro de los mercados de carbono

  • Digitalización total mediante blockchain e inteligencia artificial;
  • Crecimiento de bolsas regionales en Asia, Oriente Medio y África;
  • Nuevos activos como tokens de carbono y bonos climáticos.

La economía del carbono se convertirá en la base de la estabilidad financiera de la economía verde, incentivando la inversión en innovación.

El futuro de las tecnologías climáticas y el camino hacia "net zero" en 2035

Para 2035, la lucha contra el cambio climático será parte integral de la economía y la estrategia corporativa. Empresas, ciudades y países medirán el éxito no solo por los beneficios, sino por el equilibrio ecológico y el impacto real en el planeta.

El desarrollo de tecnologías climáticas, la digitalización y la colaboración global impulsan una nueva revolución industrial, donde el carbono pasa de ser un residuo a convertirse en un recurso gestionado.

1. Automatización de la gestión verde

  • Grandes empresas adoptarán plataformas de IA para gestionar emisiones en tiempo real;
  • Sensores integrados ajustarán automáticamente el consumo energético;
  • Gemelos digitales modelarán el impacto climático de empresas y ciudades para apoyar decisiones estratégicas.

La gestión de emisiones será tan digital y transparente como la contabilidad financiera.

2. Nuevas tecnologías de captura y reutilización de carbono

  • Sistemas modulares de captura para pymes;
  • El CO₂ se convertirá en materia prima para plásticos, combustibles y materiales de construcción;
  • La biotecnología (algas, microbios, enzimas) hará de la captura de carbono una industria masiva.

Esto dará lugar a una economía circular del carbono, donde las emisiones se integran en el ciclo productivo.

3. Transformación energética

  • Energía solar y eólica serán la base, complementadas por hidrógeno y reactores nucleares pequeños (SMR);
  • Hubs energéticos distribuirán energía entre empresas y ciudades;
  • Cada empresa podrá ser autosuficiente y vender excedentes en mercados locales.

Esta transformación reducirá costes y acelerará el avance hacia net zero.

4. Ciudades e industrias sostenibles

  • Edificios con fachadas que absorben carbono y cubiertas verdes;
  • Transporte totalmente eléctrico o basado en hidrógeno;
  • Clusters industriales donde los residuos de una fábrica son los recursos de otra.

Las cadenas productivas serán circulares, minimizando residuos y maximizando eficiencia.

5. Nuevos estándares para negocios e inversiones

  • ESG será obligatorio para todas las empresas cotizadas;
  • Las instituciones financieras evaluarán el perfil de carbono en la concesión de créditos;
  • Las empresas limpias recibirán incentivos, mientras que las contaminantes afrontarán más impuestos y menor acceso a capital.

La eficiencia de carbono será la principal ventaja competitiva del siglo XXI.

Conclusión

La humanidad entra en una era donde la sostenibilidad es el nuevo estándar de progreso. La transición hacia net zero no es solo una iniciativa ecológica, sino una transformación económica y tecnológica profunda, comparable a una revolución industrial. Cambia todo: energía, producción, transporte, finanzas y cultura corporativa.

Empresas que ya implementan tecnologías climáticas están construyendo la base de la economía del futuro. La captura de carbono, las plataformas digitales de monitoreo, la energía renovable y los materiales inteligentes convierten la sostenibilidad en un motor de eficiencia y rentabilidad.

La sostenibilidad es ahora una estrategia de supervivencia y crecimiento. Para 2035, empresas, ciencia y tecnología formarán una red global donde el carbono será el nuevo parámetro de competitividad. Organizaciones capaces de crear cadenas de valor transparentes e innovar serán quienes marquen el rumbo de la economía global.

Net zero ya no es una meta final, sino una filosofía de responsabilidad: cada decisión, proceso y megavatio deberán aportar a la conservación del planeta. Es en este punto de unión entre tecnología y naturaleza donde nace la economía del futuro: limpia, inteligente y sostenible.

Etiquetas:

huella de carbono
net zero
tecnologías climáticas
sostenibilidad
mercados de carbono
neutralidad de carbono
innovación verde
energías renovables

Artículos Similares