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RISC-V vs ARM: ¿Quién dominará el futuro de los procesadores en 2025?

Descubre cómo la arquitectura RISC-V desafía a ARM en el mercado de procesadores. Analizamos diferencias clave, ventajas, retos y el futuro de ambas tecnologías hasta 2030. Conoce su impacto en móviles, servidores e IoT.

21 oct 2025
7 min
RISC-V vs ARM: ¿Quién dominará el futuro de los procesadores en 2025?

RISC-V contra ARM: comparativa de arquitecturas y el futuro de los procesadores en 2025

El panorama de las arquitecturas de procesadores está experimentando una silenciosa pero profunda revolución. Hasta hace poco, las soluciones x86 de Intel y AMD eran las protagonistas, mientras que la arquitectura ARM dominaba el ámbito de los dispositivos móviles, portátiles y sistemas embebidos. Sin embargo, ha surgido un nuevo competidor: RISC-V, una arquitectura abierta y libre que promete transformar las reglas del juego en la industria de los chips.

¿Qué es la arquitectura ARM y por qué ha dominado durante décadas?

La arquitectura ARM (Advanced RISC Machine) nació a finales de los años 80 como una de las implementaciones más exitosas del principio Reduced Instruction Set Computing (conjunto reducido de instrucciones). A diferencia de los procesadores x86 tradicionales, que emplean instrucciones complejas, ARM apostó por el minimalismo: menos transistores, menor consumo energético y mayor rendimiento por vatio. Gracias a estas características, se convirtió en la base de sistemas móviles y embebidos.

Los procesadores ARM no son fabricados por ARM Holdings, sino que la empresa diseña la arquitectura y la licencia a otras compañías. Este modelo ha dado lugar a todo un ecosistema de chips: Qualcomm Snapdragon, Samsung Exynos, MediaTek Dimensity e incluso la serie Apple M utilizan núcleos ARM como base, añadiendo sus propias optimizaciones.

Con la evolución tecnológica, ARM ha superado el ámbito de los smartphones. Ahora se utiliza activamente en portátiles y servidores, donde antes reinaban Intel y AMD. Esta transición se ha acelerado tras el éxito de los procesadores Apple M1-M4, que demostraron que ARM puede ser no solo eficiente, sino también una alternativa de alto rendimiento al x86.

Otro punto fuerte de ARM es su escalabilidad: los núcleos pueden agruparse en clústeres, optimizarse para tareas específicas e incluso adaptarse a cálculos de alto rendimiento. Esta flexibilidad, sin embargo, depende del modelo de licencias, lo que obliga a cada empresa a pagar por el uso de la tecnología ARM y limita la aparición de fabricantes independientes y startups.

RISC-V: la alternativa abierta y sin licencias

RISC-V (pronunciado "risk five") es una arquitectura de procesadores abierta creada en 2010 en la Universidad de California, Berkeley. Su idea es simple pero revolucionaria: ofrecer un estándar libre y completamente abierto que cualquier desarrollador pueda utilizar para crear sus propios chips, sin patentes, sin pagos de licencias y sin restricciones legales.

A diferencia de ARM, cuyo modelo se basa en la venta de licencias, RISC-V pertenece a toda la comunidad. Esto significa que empresas, universidades o incluso ingenieros independientes pueden desarrollar procesadores optimizados para necesidades concretas, desde microcontroladores e IoT hasta potentes sistemas de servidores. Es la filosofía del software libre llevada al mundo del hardware.

La característica clave de RISC-V es su modularidad. El conjunto básico de instrucciones es mínimo y común a todos, mientras que las capacidades adicionales (por ejemplo, para cálculos vectoriales, criptografía o inteligencia artificial) se añaden mediante extensiones. Así, la arquitectura es universal y flexible: permite diseñar desde chips ultraeficientes para relojes inteligentes hasta aceleradores de cálculo para centros de datos.

Entre las compañías que apuestan por RISC-V se encuentran SiFive, Alibaba T-Head, StarFive, NVIDIA, Western Digital y otros gigantes tecnológicos. Además, países como China e India ven en RISC-V una vía estratégica para lograr independencia de las licencias occidentales.

Gracias a su naturaleza abierta, RISC-V se ha convertido en un campo de pruebas para la innovación y la experimentación. Puedes profundizar en este tema en el artículo RISC-V: la arquitectura abierta de los procesadores del futuro, donde se analizan las primeras implementaciones comerciales y el potencial global de este estándar.

Comparativa ARM vs RISC-V: rendimiento, ecosistema y el futuro del mercado

Aunque comparten principios RISC, ARM y RISC-V difieren en filosofía, ecosistema y madurez tecnológica. ARM es una solución consolidada gracias a décadas de optimización y el apoyo de los principales fabricantes electrónicos. RISC-V, en cambio, es una alternativa joven, flexible y en crecimiento, aunque aún no iguala la madurez comercial de ARM.

1. Rendimiento y eficiencia energética

Los procesadores ARM destacan por su alta eficiencia por vatio y un rendimiento estable gracias a núcleos altamente optimizados. RISC-V, por ahora, suele estar detrás en cifras absolutas, ya que muchas de sus implementaciones se orientan a microcontroladores y sistemas embebidos más que a dispositivos de gama alta. Sin embargo, la arquitectura evoluciona rápidamente: ya existen núcleos de 64 bits y vectoriales capaces de competir con ARM en inteligencia artificial, servidores y aplicaciones multimedia.

2. Ecosistema y compatibilidad de software

ARM cuenta con un ecosistema gigantesco: compiladores, controladores, SDK, sistemas operativos y millones de librerías listas para usar. Por eso, los chips ARM dominan hoy el mercado de portátiles, tablets y smartphones. Si quieres saber más sobre el uso práctico de ARM, te recomendamos el artículo Portátiles ARM en 2025: ¿por qué están desplazando a x86?.

RISC-V, por su parte, está construyendo su propio ecosistema. Ya existe soporte para Linux, Android y distribuciones populares, aunque muchas herramientas de desarrollo siguen en fase de expansión. Aun así, la naturaleza abierta de la arquitectura está atrayendo a desarrolladores de todo el mundo, creando una comunidad dinámica y acelerando la adopción.

3. Licenciamiento e independencia

La gran ventaja de RISC-V es la ausencia de barreras de licencia. Cualquier fabricante puede desarrollar chips sin pagos ni restricciones, lo que resulta especialmente atractivo para países y empresas que buscan soberanía tecnológica. ARM, en cambio, sigue siendo una plataforma cerrada y controlada por una corporación, lo que puede ser una debilidad en una era de hardware abierto.

4. El futuro del mercado

ARM mantendrá el liderazgo en el segmento de consumo en los próximos años, sobre todo gracias al éxito en móviles y portátiles. Pero RISC-V avanza a pasos agigantados, y los analistas prevén que al final de la década ocupará una parte relevante del mercado IoT, la electrónica del automóvil y los servidores.

¿Quién ganará: ARM o RISC-V? Proyección para 2030

No hay una respuesta sencilla en la batalla ARM vs RISC-V, ya que se trata tanto de tecnología como de filosofía de desarrollo. ARM representa estabilidad, fiabilidad y una enorme comunidad, respaldada por las mayores corporaciones del mundo. Sus procesadores ya son el estándar en móviles, portátiles e incluso servidores.

RISC-V, en cambio, encarna la idea de un futuro abierto. Su fuerza está en la libertad y en la independencia de patentes, permitiendo crear soluciones personalizadas sin límites. RISC-V avanza más rápido que nunca: nuevos núcleos, herramientas y hardware surgen cada año, y el número de empresas involucradas crece constantemente.

Para 2030, es probable que ARM conserve su dominio en el segmento de consumo, especialmente en dispositivos móviles e híbridos. Sin embargo, RISC-V ocupará nichos estratégicos como microcontroladores, sistemas embebidos, dispositivos inteligentes, controladores industriales y parte del mercado de servidores y portátiles. El crecimiento será especialmente rápido en países que buscan soberanía tecnológica e independencia de las licencias occidentales.

En definitiva, no habrá un ganador absoluto. Más bien, el mundo de los procesadores entrará en una época de diversidad arquitectónica, donde ARM y RISC-V coexistirán y evolucionarán en paralelo como dos caras de la misma evolución. ARM aportará madurez y alcance masivo, mientras que RISC-V impulsará la innovación y la libertad. Su interacción será el motor de la próxima revolución tecnológica.

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